Existe la creencia generalizada de que el jugo de arándano (cranberry), puede ser útil en el tratamiento de las infecciones del tracto urinario (ITU).
No existen hasta la fecha, pruebas concluyentes in vitro o in vivo, para confirmar esta afirmación.
Sin embargo la evidencia clínica indica que las infecciones urinarias se pueden prevenir disminuyendo la adherencia bacteriana a las células uroepiteliales, y esto se ve favorecido por el consumo de este fruto, sea de manera natural o de manera sintética.

HISTORIA
El antecedente historico de los arándanos (Vaccinium macrocarpon) y la medicina se remonta a la época de los nativos norte-americanos, que usaban sus bayas como fuente de alimento y para elaborar pócimas medicinales.
En el siglo XIX, los arándanos se utilizaron para una variedad de males, incluyendo trastornos de la sangre, enfermedades del estómago, problemas hepáticos, fiebre y para prevenir el escorbuto. El primero en notar las propiedades benéficas en el tratamiento de las infecciones urinarias mediante el cranberry fué Blatherwick, quien en 1914 anota que los arándanos son ricos en ácido benzoico, el cual posteriormente es metabolizado en ácido hipúrico, excretado en la orina; de esta manera altera el pH urinario, acidificando la orina.
Este efecto beneficioso de jugo de arándano mediante la acidificación de la orina se siguió mencionando durante muchos años.

CRANBERRY COMO MEDICINA
Dos son los mecanismos relacionados entre el uso de cranberry (arándano) para el tratamiento y prevención de las infecciones urinarias:

Existen muchas publicaciones al respecto de la propiedad del arándano de alterar el pH de la orina, acidificando la misma.
La acidificación de la orina es un conocido mecanismo de defensa natural contra las infecciones de las vías urinarias.
Diferentes medicamentos proporcionan protección o cura de la infección, acidificando la orina.

La principal manera de prevenir las infecciones urinarias mediante el cranberry se basa en el mecanismo de adherencia de las bacterias al urotelio (tejido urinario).
El consumo de arándano altera este mecanismo, evitando de esta manera la propagación de la infección.
Se ha demostrado en ratones y humanos que el consumo de jugo de arándano disminuye la adherencia bacteriana de la Escherichia coli hasta en un 75%; y siendo la E. coli la principal causante de las enfermedades infecciosas urinarias, al disminuir su capacidad de adherencia, disminuímos de esta manera los episodios infecciosos.

Hasta la fecha de la publicación de este artículo no existen estudios de Meta-análisis que aseguren el uso de arándano como TRATAMIENTO de las infecciones urinarias.

Sin embargo si existen Meta-análisis que recomiendan el uso PROFILACTICO del arándano para PREVENIR las infecciones de orina (Can J Urol 2002, 9: 1558-62).

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