Ojo con los michelines paternos. Que el padre de un niño sea obeso puede producir alteraciones en la expresión de los genes (epigenéticas) en la siguiente generación que aumentan en sus hijos el riesgo de desarrollar enfermedades como el cáncer, sobre todo de colon y de ovario, tal y como concluía un estudio de la Escuela de Medicina de la Universidad de Duke (EE UU) publicado el mes pasado en la revista BMC Medicine.
Buenos recuerdos. Los hijos que conservan recuerdos afectivos de la infancia de su padre son emocionalmente más estables a la hora de afrontar el estrés cotidiano. Es la conclusión a la que llegaban Melanie Mallers y sus colegas de la Universidad estatal de California tras estudiar a casi 900 adultos y relacionar su respuesta ante discusiones, desacuerdos, tensiones laborales o familiares, etc. Con sus recuerdos de la infancia.
Padre rico, hijo rico. Los hijos de padres con altos ingresos tambiénn suelen tener mayores ingresos que la media. Pero no es por el dinero del padre, según un estudio publicado en Journal of Political Economy, sino por otros rasgos heredados o aprendidos de su progenitor, fundamentalmente cognitivos: inteligencia, ética en el trabajo, etc.

