Ingesta de líquidos
Muchas de las personas que tienen incontinencia urinaria tienden a reducir la cantidad de líquidos diarios con el fin de disminuir la gravedad de la misma, y debe Usted saber que esta práctica causa más perjuicios que bienestar
Existe cierta creencia entre algunas de las mujeres que padecen incontinencia urinaria que se basa en considerar que si controlan la ingesta de bebidas evitarán las pérdidas. No es así, beber agua es fundamental e incluso ayuda.
La ingesta adecuada de líquidos es vital para el funcionamiento normal del tracto urinario y para la prevención de cálculos en los riñones y la vejiga e infecciones del tracto urinario. Es necesario ingerir aproximadamente 1.500 ml a 2.500 ml (1-1/2 a 2-1/2 cuartos) de líquido diariamente, incluso más cuando hace calor o se realiza actividad física.
La ingesta insuficiente de líquidos puede tener como consecuencia una concentración de orina con olor fuerte. Esta orina es muy irritante para la vejiga y puede derivar en una urgencia, frecuencia urinaria e incontinencia de urgencia.
La orina diluida no irrita la vejiga y ésta puede retener fácilmente grandes cantidades de orina.
Hay determinados momentos en los que sí es importante controlar la ingesta de bebidas, por ejemplo antes de ir dormir. Dos horas antes de echarnos en la cama deberíamos evitar tomar cualquier tipo de líquidos, y algo parecido ocurre cuando se va a hacer ejercicio, aunque no hace falta que pase tanto tiempo.
Aunque hay determinadas bebidas de las que es mejor no abusar en caso de sufrir incontinencia urinaria, como las que incluyen cafeína o las alcohólicas, hay otras fundamentales. Por supuesto, la primera en la que pensamos es el agua. El agua cumple una función esencial en nuestro organismo ya que somos 78% agua. Por ello para mantener una correcta hidratación todas sabemos que hemos de beber dos litros cada día y también sabemos que, como siempre, estos datos son orientativos ya que la ingesta de líquidos debe adaptarse a distintas situaciones como la climatología o el esfuerzo físico. La mayoría de las veces será nuestro propio cuerpo el que se encargue de hacernos saber que tiene sed.
De hecho este consumo diario de agua beneficia en determinados aspectos las molestias propias de la incontinencia urinaria, ya que si no consumimos suficientes líquidos la orina será más concentrada irritando más fácilmente a la propia vejiga. En cualquier caso siempre será un profesional el que nos pueda aclarar dudas concretas sobre cuánto o cómo beber para sentirse mejor con una misma.

