
MITO.
Tomado stricto sensu prevenir implica tomar precauciones o medidas por adelantado para evitar un daño, un riesgo o un peligro; en este caso asumir conductas que nos protejan del cáncer de próstata (CaP).
En medicina prevenir supone asumir conductas que modifiquen el riesgo de una enfermedad, para ello debemos identificar adecuadamente los denominados factores de riesgo del CaP.
Los factores de riesgo identificados universalmente en CaP son: la edad, la presencia de niveles normales de testosterona, la herencia (el tener padre o hermano con CaP) y el ser afroamericano. Ninguno de ellos son factibles de modificarse, y al no hacerlo, no podemos prevenir el CaP.
Medidas generales para prevenir el cáncer
Si bien no existen precauciones específicas para prevenir el CaP, podemos citar algunas conductas generales que alejarán en parte esta enfermedad.
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Peso corporal, actividad física y alimentación
Los efectos del peso corporal, la actividad física y la alimentación sobre el riesgo de cáncer de próstata no están del todo claros, aunque usted puede tomar medidas que podrían reducir su riesgo.
Algunos estudios han encontrado que los hombres que tienen sobrepeso u obesidad tienen un mayor riesgo de desarrollar cáncer de próstata avanzado, o un cáncer de próstata que sea más propenso a ser mortal.
Aunque no todos los estudios concuerdan, varios han descubierto un mayor riesgo de cáncer de próstata en hombres que tienen una alimentación con un alto contenido de productos lácteos ricos en calcio.
Por ahora, el mejor consejo relacionado con la alimentación y la actividad física para reducir posiblemente el riesgo de padecer cáncer de próstata consiste en:
- Lograr y mantener un peso dentro de un rango saludable.
- Mantenerse físicamente activo.
- Seguir un patrón de alimentación saludable que incluya una variedad colorida de frutas y verduras, así como granos intergrales, y que a su vez evite o limite el consumo de carnes rojas y procesadas, bebidas endulzadas con azúcar y alimentos altamente procesados.
Además, puede que sea aconsejable limitar el consumo de suplementos de calcio, así como la cantidad de los alimentos ricos en calcio (esto no significa que los hombres que están recibiendo tratamiento para el cáncer de próstata no deberán consumir suplementos de calcio si sus médicos así lo recomiendan).
Vitaminas, minerales, comidas y otros suplementos
Algunos estudios anteriores sugerían que tomar vitamina E o suplementos de selenio podía reducir el riesgo de padecer cáncer de próstata, sin embargo a la fecha ninguna vitamina ha demostrado ese efecto.
No existe tampoco evidencia de que alguna bebida (como el vino) fruta, verdura o comida disminuyan las chances de CaP.
Medicinas
Algunos medicamentos han sido utilizados para reducir el riesgo de padecer cáncer de próstata.
Inhibidores de la 5-alfa reductasa
La 5-alfa reductasa es una enzima en el organismo que transforma la testosterona en dihidrotestosterona (DHT), la hormona principal que causa el crecimiento de la próstata. Los inhibidores de la 5-alfa reductasa, como la finasterida (Proscar) y dutasterida (Avodart) bloquean la producción de DHT por parte de esta enzima. Estos medicamentos se utilizan para tratar la hiperplasia prostática benigna (BPH), un crecimiento no canceroso de la próstata.
Se han realizado estudios abarcadores de estos dos medicamentos para determinar si también pueden ser útiles en reducir el riesgo de cáncer de próstata. En estos estudios se encontró que tras varios años los hombres que tomaron alguno de los dos medicamentos tuvieron menos probabilidad de padecer cáncer de próstata que los hombres que tomaron un placebo inactivo.
Cuando los resultados se analizaron con más detenimiento, se descubrió que los hombres que tomaron estos medicamentos presentaron menos cánceres de próstata de bajo grado, pero estos presentaron aproximadamente el mismo (o ligeramente mayor) riesgo de cánceres de próstata de mayor grado que son más propensos a crecer y a propagarse. A largo plazo, no está claro si estos medicamentos afectan las tasas de mortalidad, ya que los hombres en estos estudios presentaron una supervivencia similar, independientemente de si tomaron o no uno de estos medicamentos.
Estos medicamentos pueden causar efectos secundarios relacionados con la sexualidad, como disminución en el deseo sexual y disfunción eréctil (impotencia), así como crecimiento del tejido de los senos en los hombres. No obstante, pueden ayudar con los problemas urinarios causados por la BPH, como la dificultad para orinar y las fugas de orina (incontinencia).
Estos medicamentos no están aprobados por la FDA específicamente para ayudar a prevenir el cáncer de próstata, aunque los médicos pueden recetarlos fuera de las indicaciones autorizadas («off label») para este uso. Actualmente, no está claro si es muy beneficioso tomar uno de estos medicamentos solamente para reducir el riesgo de padecer cáncer de próstata. Aun así, los hombres que quieran saber más sobre el uso de estos medicamentos deben consultar con sus médicos.
Diabetes e hipertensión
Si bien no son enfermedades que produzcan CaP, las consecuencias de ambs pueden empeorar la condición del varón con el pasar de los años y sumarse a las secuelas del crecimiento prostático benigno e interferir en el tratamiento del CaP.
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Referencia. Cancer.org