
El síndrome de vejiga hiperactiva (de siglas en inglés OAB) es una afección común y puede afectar tanto a hombres como a mujeres. Entre el 10 y el 20 % de las personas lo sufren en algún momento de sus vidas. Este síndrome se caracteriza por la presencia de síntomas urinarios que incluyen:
- La repentina necesidad de orinar y tener problemas para posponerlo, también llamada urgencia, que puede ir seguida de una pérdida involuntaria de orina
- La necesidad de orinar más a menudo de lo habitual, llamada aumento de la frecuencia diurna
- La necesidad de despertarse por la noche para orinar, también llamada nocturia.
Que decirle al médico en la consulta
No existe una regla de oro para conversar con el médico, sin embargo le recomendamos:
- Describe tus síntomas actuales
- Ten en cuenta cuánto tiempo has tenido los síntomas durante
- Haz una lista de los medicamentos que estás tomando
- Haz una lista de procedimientos quirúrgicos anteriores
- Menciona otras enfermedades o afecciones que padecen
- Describe tu estilo de vida (ejerctu, fumar, alcohol y dieta)
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Cuáles son las causas de la vejiga hiperactiva
- La causa exacta del síndrome de vejiga hiperactiva no se entiende bien y todavía está bajo investigación. Pueden estar involucrados varios factores y el principal puede variar de un individuo a otro. Algunas personas experimentan contracciones repentinas y espontáneas del músculo de la vejiga
- Algunas personas son más sensibles a la sensación de que se llenan la vejiga
- Algunas personas tienen una vejiga más pequeña que se llena a su capacidad más rápidamente
Que exámenes son necesarios para evaluar la vejiga hiperactiva
- El examen clínico, que debe ser minucioso y contemplar el abdomen, zona general, espalda y valoración del piso pélvico.
- La UROFLUJOMETRÍA que es una prueba computarízala que registra electrónicamente la tasa de flujo de orina. Se hace fácilmente con privacidad en el hospital o la clínica. El paciente orina en un recipiente llamado uroflujoímetro. Esta prueba ayuda a su médico a comprobar si hay alguna obstrucción al flujo de orina.
- Llevar un registro temporal de tus micciones y el tipo y calidad de líquidos que consumes, ello se denomina diario miccional y es muy útil.
- Ecografías y pruebas de imágenes, son útiles para determinar algún cambio en la anatomía de la vía urinaria, la presencia de cálculos o tumor aviones. Permite también calcular el volumen de la vejiga antes y después de orinar (residuo post miccional) el volumen de la próstata.
- Una CISTOSCOPIA, con ella el médico puede mirar dentro de la uretra y la vejiga con la ayuda de una pequeña cámara, generalmente bajo anestesia local. Puede ser necesaria cuando sufre de otros síntomas, como sangre en la orina.
- Se realiza una prueba urodinámica para obtener más información sobre su ciclo de micción y cómo funcionan los músculos de su vejiga.
- La URODINAMIA, un examen imprescindible. Durante esta prueba el médico inserta pequeños catéteres en la uretra y el recto para medir la presión en la vejiga y el abdomen. El procedimiento busca simular el llenado de la vejiga, y para ello se llena lentamente con agua estéril a través del catéter de la uretra. Cuando tu vejiga alcanza su mayor capacidad, se debe producir el reflejo miccional, y el paciente orina inmediatamente. El proceso es registrado en un computador el cual arrojará resultados numéricos y gráficos que serán evaluados por el médico. Este examen puede diferenciar los 5 tipos diferentes de hiperactividad vesical.
Tratamiento de la vejiga hiperactiva
Si bien el objetivo del presente artículo no es hablar del tratamiento pues debido a su complejidad lo haremos en un siguiente artículo, es fundamental que antes de iniciarlo debemos estar seguros de estar frente a una vejiga hiperactiva. Una vez diagnosticado adecuadamente el paciente debemos iniciar con Fisioterapia como primera elección, a la cual se adicionan medicamentos de distinto tipo con el objetivo de disminuir la frecuencia miccional. Si con ello no es posible controlar la sintomatología se procede a una segunda fase que consiste en colocar inyecciones dentro de la vejiga. Finalmente en casos severos puede estar indicado un tipo especial de cirugía.
Concomitantemente al tratamiento, es de utilidad la fisioterapia y psicoterapia.