El cultivo de semen

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El artículo se destaca por su enfoque en las infecciones e inflamaciones del tracto genitourinario (GTI) y su relación con la salud reproductiva. En el GTI, se pueden encontrar diversos microorganismos, y entre los más destacados se mencionan la clamidia, el micoplasma, gonococos, tricomonas y varios virus, como el VIH, hepatitis viral y el VPH. Cada uno de estos microorganismos puede tener efectos variables en el tracto genital y la calidad del esperma.

En el estudio, se examina la prevalencia de bacterias patógenas en el semen, con un enfoque en los cultivos de espermatozoides (SC). Se señala la presencia de bacterias saprófitas en el GTI durante las investigaciones microbiológicas, lo que puede dificultar la distinción entre bacterias patógenas y saprófitas.

En términos de bacterias específicas, se menciona que los microorganismos Gram-positivos, como Enterococcus, son comunes en los SC positivos y pueden tener un impacto negativo en la calidad del esperma. También se destaca la presencia de E. coli, una bacteria Gram-negativa, en las infecciones del GTI. Algunos estudios han revelado que los antibióticos de uso común pueden volverse ineficaces debido a la resistencia bacteriana, lo que plantea preocupaciones sobre el tratamiento de estas infecciones.

El estudio tiene como objetivo evaluar la prevalencia de cultivos de espermatozoides positivos para bacterias patógenas, su influencia en los parámetros del esperma, la distribución de especies bacterianas, y la susceptibilidad real de estas bacterias a los antibióticos. Esto es fundamental para comprender y abordar las infecciones del GTI y su impacto en la salud reproductiva.

El diseño

En este estudio se evaluó retrospectivamente un total de 968 sujetos, de entre 18 y 55 años (edad media de 37,8 ± 7,8 años). Estos sujetos habían sido remitidos a nuestra Unidad de Andrología (Hospital San Andreas – «Sapienza» Universidad de Roma), de enero de 2016 a noviembre de 2020, que remitieron síntomas subjetivos de infección/inflamación del tracto reproductivo o parejas masculinas de parejas infértiles. Treinta sujetos fértiles normosperémicos sanos, que realizaron análisis de semen y SC para el cribado andrológico, se incluyeron como grupo de control.

Todos los pacientes se sometieron a una historia clínica completa, un examen físico andrológico y un examen de ultrasonido. En todos los temas, se llevó a cabo SC para bacterias comunes. En parejas masculinas de parejas infértis y en el grupo de control, también se realizó un análisis estándar del semen.

La presencia clínica/ultrasonido de: hemiscroto y testículos dolorosos, aumento del volumen del epidídimo, vesículas seminales o próstata, se consideraron signos de inflamación/infección. Todos los sujetos de los tres grupos considerados que presentaban estos signos se definieron como afectados por GTI.

Criterios de exclusión: (a) contaminación bacteriana de la muestra (dos o más UFC de la misma muestra > 104 y < 106); (b) sujetos con signos de uretritis, que necesitaban hisopos uretrales.

Análisis del semen

El análisis del semen consistió en la recopilación del líquido seminal de cada participante mediante la masturbación, tras un período de abstinencia sexual de 2 a 7 días. Siguiendo las directrices de la Organización Mundial de la Salud de 2010 (OMS 2010), se llevaron a cabo evaluaciones exhaustivas que abarcaron la morfología, la motilidad y la concentración de los espermatozoides. Las muestras se mantuvieron en una incubadora a 37°C durante 30-60 minutos, y se evaluaron características físicas y químicas como la apariencia, el pH, la licuefacción y la viscosidad del líquido seminal.

Los parámetros seminales se analizaron mediante microscopio, lo que incluyó la medición de la concentración de espermatozoides, el porcentaje de motilidad y la morfología de los espermatozoides. Para la evaluación de la motilidad, se utilizó el Sistema de Análisis de Imagen Superpuesta (SIAS), un método validado que se basa en la superposición de imágenes de secuencias de fotogramas, lo que permite la evaluación precisa del porcentaje de espermatozoides móviles y sus características cinéticas.

Siguiendo las pautas de la OMS, se aplicaron criterios para definir condiciones como la oligozoospermia (cuando la cantidad total de espermatozoides caía por debajo del límite de referencia inferior, que es de 15 × 106/mL), la azoospermia (ausencia de espermatozoides), la astenozoospermia (cuando el porcentaje de espermatozoides progresivamente móviles estaba por debajo del límite de referencia inferior, que es del 32%), y la teratozoospermia (cuando el porcentaje de espermatozoides morfológicamente normales estaba por debajo del límite de referencia inferior, que es del 4%).

Cultivo de semen

Para el análisis microbiológico, las muestras se agitaron y luego se sembraron en agar BD Columbia con un 5% de sangre ovina (Becton Dikinson, Heidelberg, Alemania) utilizando un bucle estéril de 10 µL, junto con una placa de orientación de CHROMagar (Becton Dikinson, Heidelberg, Alemania). Se realizaron siembras semicuantitativas, y las placas se incubaron a 37°C durante 48 horas, una temperatura óptima para el crecimiento bacteriano. Las lecturas se realizaron a las 24 y 48 horas.

En los cultivos, se identificaron bacterias Gram-positivas, como E. faecalis, Streptococcus agalactiae, Staphylococcus haemoliticus, Corynebacterium striatum y S. aureus, así como bacterias Gram-negativas, incluyendo E. coli, Klebsiella pneumoniae, Citrobacter koserii, Morganella morganii, Enterobacter aerogenes aerogenes y Proteus mirabilis.

Las muestras que contenían más de 106 Unidades Formadoras de Colonias (UFC) se consideraron positivas, mientras que aquellas en las que se aislaron dos o más UFC de la misma muestra con valores entre 104 y 106 se consideraron como contaminación bacteriana.

En caso de un resultado positivo (UFC > 106), se realizó un análisis de susceptibilidad microbiológica utilizando el método DS Phoenix, ya sea de forma manual o semiautomatizada. Este método permite la identificación de microorganismos y la determinación de su susceptibilidad a los antibióticos a través de 100 paneles diferentes. Estos paneles abarcan una amplia variedad de antibióticos, desde penicilinas hasta glicopéptidos, y se seleccionan según el tipo de microorganismo y el antibiograma.

El proceso de identificación se basa en reacciones bioquímicas (métodos colorimétricos y fluorimétricos) y el análisis del antibiograma utiliza sistemas combinados que evalúan el crecimiento bacteriano y su metabolismo, reduciendo así los falsos positivos y negativos. Además, proporciona información sobre la Concentración Inhibitoria Mínima (MIC, por sus siglas en inglés) real de los antibióticos.

El estudio incluyó un análisis de susceptibilidad microbiológica con dos paneles específicos, uno para bacterias Gram-positivas y otro para bacterias Gram-negativas. Estos paneles evaluaron la susceptibilidad a 14 y 19 antibióticos respectivamente. La selección de antibióticos se basó en la tinción de Gram de las bacterias involucradas, y solo se probaron aquellos que se consideraban potencialmente efectivos para ambos tipos de infección, ya sea Gram-positiva o Gram-negativa.

Resultados

En este estudio retrospectivo que involucró a 968 pacientes, se excluyó al 3,9% de ellos (38/968) debido a la contaminación bacteriana de las muestras, lo que resultó en una muestra final de 930 pacientes.

Los pacientes se dividieron en tres grupos: grupo A (452/930) con síntomas sospechosos de infección/inflamación del tracto reproductor, grupo B (478/930) compuesto por parejas masculinas de parejas infértiles, y grupo C, que consistió en 30 sujetos fértiles normosperémicos sanos y se utilizaron como grupo de control.

La prevalencia total de pacientes con un cultivo de espermatozoides (SC) positivo fue del 21,5% (200/930). El grupo A tenía una prevalencia significativamente más alta de SC positivo (25,0%) en comparación con el grupo B (18,2%) y el grupo de control (3,3%).

Después de subdividir los grupos en función de la presencia o ausencia de signos clínicos/ultrasonidos de inflamación del tracto genital, se observó que el subgrupo A1 (afectado por signos clínicos/ultrasonidos) tenía una prevalencia de SC positivo del 26,9%, mientras que el subgrupo B1 tenía una prevalencia del 26,2%. En contraste, el subgrupo A2 (sin signos de inflamación) tenía una prevalencia del 16,4%, y el subgrupo B2 tenía una prevalencia del 6,2%.

En resumen, se encontró una alta prevalencia de cultivos de espermatozoides positivos en pacientes con signos clínicos de inflamación del tracto genital, lo que sugiere una asociación entre las infecciones genitourinarias y los resultados positivos en los cultivos de espermatozoides.


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