
La prueba de lavado vesical de Fairley es una prueba diagnóstica utilizada para determinar la ubicación de una infección urinaria. Se basa en el principio de que la orina de los riñones se drena a la vejiga a través de los uréteres. Si la infección se encuentra en los riñones o en los uréteres, se espera que la orina de la vejiga contenga bacterias.
La prueba se realiza mediante la inserción de una sonda vesical en la uretra. A continuación, se infunde una solución salina estéril en la vejiga. La solución se deja en la vejiga durante unos minutos para permitir que se mezcle con la orina. A continuación, se retira la solución y se analiza en busca de bacterias.
Si se encuentran bacterias en la solución, se considera que la infección se encuentra en los riñones o en los uréteres. Si no se encuentran bacterias, se considera que la infección se encuentra en la vejiga.
La prueba de lavado vesical de Fairley es una prueba sencilla y no invasiva. Es una opción adecuada para pacientes que no pueden someterse a una cateterización ureteral.
Las indicaciones para la prueba de lavado vesical de Fairley incluyen:
- Pacientes con infección urinaria aguda que no responden al tratamiento con antibióticos
- Pacientes con infección urinaria recurrente
- Pacientes con infección urinaria en pacientes inmunocomprometidos
Las contraindicaciones para la prueba de lavado vesical de Fairley incluyen:
- Pacientes con obstrucción ureteral
- Pacientes con sangrado vaginal o rectal
- Pacientes con infección de la piel en el área genital

Descripción del procedimiento
- Introducción de la sonda de Foley: Se introduce una sonda de Foley en la vejiga de la paciente con una bacteriuria comprobada.
- Evacuación de toda la orina (muestra 1): Se elimina completamente la orina de la vejiga.
- Lavado vesical: Se realiza un lavado de la vejiga con dos litros de suero fisiológico estéril. Además, se introduce una solución que contiene un antibiótico del tipo aminoglucósido (como Gentamicina) y un fibrinolítico (como elase o quimoral), todo diluido en 50 ml de suero fisiológico.
- Retención de la solución en la vejiga: La solución se retiene en la vejiga durante 30 minutos.
- Evacuación de la solución (muestra 2): Después de los 30 minutos, se evacúa completamente la solución, y se toma una muestra de orina.
- Recogida de muestras posteriores (muestras 3, 4, 5): Se recolectan tres muestras adicionales de orina en intervalos de 30 minutos después del lavado.
- Recuento bacteriano: Se realiza un recuento bacteriano en cada una de las muestras obtenidas.
Interpretación de los resultados:
- Si la infección es baja (afecta solo la vejiga), se espera que todas las muestras obtenidas después del lavado sean negativas.
- Si la infección es renal (afecta los riñones), se espera que todas las muestras posteriores al lavado sean positivas.
Esta prueba se considera tener un elevado índice de confiabilidad, pero es una técnica prolongada, laboriosa y puede resultar incómoda para la paciente. A pesar de esto, se ha observado que muchas pacientes con cistitis, los síntomas remiten después de utilizar esta técnica.
Los riesgos de la prueba de lavado vesical de Fairley son mínimos. Los efectos secundarios más comunes son la irritación de la uretra y la vejiga. En casos raros, puede producirse una infección de la vejiga.
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Urologia Peruana Dr. Luis Susaníbar
