Existe un tipo de infección urinaria que se produce luego de tener sexo y se le conoce como cistitis de la luna de miel o cistitis postcoital, esta forma también es mucho más común en mujeres que en hombres. Sigue leyendo y conoce más sobre ello.

Contrario a lo que muchos piensan, la cistitis postcoital no es una enfermedad transmitida sexualmente ni está relacionada con una mala higiene personal de la pareja, aunque sea una infección que es efectivamente facilitada por el acto sexual. La bacteria responsable es la Escherichia coli (E. coli) en la mayoría de los casos.

Causas

La cistitis de luna de miel es causada por bacterias que ingresan al tracto urinario. Estas bacterias pueden usualmente provenienen del intestino y se alojan en la zona perineal (alrededor del ano) o tambien ubicarse en la vagina.

Hay algunas mujeres que son más susceptibles que otras personas a padecerla

Factores de riesgo

Las mujeres tienen más probabilidades de desarrollar cistitis de luna de miel que los hombres. Esto se debe a que la uretra de las mujeres es más corta que la de los hombres, lo que facilita que las bacterias lleguen a la vejiga. Otros factores de riesgo de cistitis de luna de miel incluyen:

• Tener antecedentes de infecciones urinarias
• Tener relaciones sexuales con una nueva pareja
• Tener parejas distintas
• Usar espermicidas, diafragmas o preservativos que los contengan
• Tener sexo alternado anal-vaginal
• Tener diabetes

El sexo vaginal es un factor de riesgo para infección urinaria en las mujeres, mientras que el sexo anal es un factor de riesgo de infección urinaria en mujeres y hombres.

Dr. Luis Susaníbar

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Síntomas

Los síntomas de la cistitis de luna de miel suelen aparecer dentro de las 24 horas posteriores a las relaciones sexuales. Los síntomas incluyen:

• Necesidad frecuente de orinar
• Ardor o dolor al orinar
• Dolor en la parte inferior del abdomen
• Orina turbia o con mal olor
• Sangre en la orina

Diagnóstico

La cistitis de luna de miel se diagnostica clínicamente, durante la anamnesis resalta la aparición de los síntomas luego del coito, lo que hace sospechar el cuadro clínico de cistitis, que se debe confirmar con un cultivo de orina. No siempre los cultivos muestran al agente causal, pero el síntoma es característico: post coital

Tratamiento

La cistitis de luna de miel generalmente se trata con antibióticos. Los antibióticos se usan para matar las bacterias que causan la infección. En la mayoría de los casos, los síntomas mejoran dentro de unos días después de comenzar los antibióticos. En ocasiones es necesario dar un tratamiento post coital.

Prevención

Para ayudar a prevenir la cistitis de luna de miel:

• Beba muchos líquidos, especialmente agua.
• Orine antes y después de las relaciones sexuales.
• Límpiese de adelante hacia atrás después de ir al baño.
• Evite el uso de espermicidas.
• Si tiene antecedentes de cistitis post coital, converse con su urólogo para tratamiento porfiláctico.

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Tratamiento antibiótico profiláctico

Dentro de las diversas estrategias para prevenir la cistitis postcoital, la profilaxis antibiótica se destaca como una medida altamente efectiva. Consiste en la administración de una baja dosis de un antibiótico adecuado después de cada encuentro íntimo.

La profilaxis postcoital se recomienda especialmente para mujeres que experimentan infecciones urinarias recurrentes vinculadas a la actividad sexual, es decir, aquellas que han sufrido tres o más episodios de infección urinaria en un año, claramente asociados con relaciones sexuales en las 24-48 horas previas al inicio de los síntomas.

Los antibióticos actualmente aceptados para la profilaxis postcoital, administrados en una única dosis después de la relación sexual, incluyen:

• Trimetoprim-sulfametoxazol 40 mg/200 mg.
• Nitrofurantoína 50 a 100 mg.
• Cefalexina 250 mg.
• Ciprofloxacino 125 mg.
• Norfloxacino 200 mg.
• Ofloxacino 100 mg.

En mujeres no embarazadas, se considera que el esquema más adecuado es el de Trimetoprim-sulfametoxazol.

En el caso de mujeres embarazadas, las únicas opciones permitidas son Nitrofurantoína o Cefalexina. Es fundamental seguir las indicaciones médicas precisas para garantizar la seguridad tanto de la madre como del feto.

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