
Fístula vesicovaginal: definición y tratamiento por un urólogo
Una fístula vesicovaginal (FVV) es un orificio anormal que se forma entre la vejiga urinaria y la vagina. Esto provoca la fuga involuntaria de orina hacia la vagina, lo que genera incontinencia urinaria constante.

Causas:
Las causas más comunes de la FVV son:
- Parto obstruido: La presión prolongada de la cabeza del bebé durante el parto puede dañar los tejidos de la vejiga y la vagina, creando una fístula.
- Cirugías: las cirugías ginecológicas, como la histerectomía o la reparación de prolapso uterino, pueden tener como complicación la formación de una FVV. Estás son unas de las causas más comunes en nuestro medio.
- Traumatismos: Accidentes o lesiones graves en la zona pélvica pueden generar una FVV.
- Enfermedades: Algunas enfermedades, como la radioterapia o la enfermedad inflamatoria pélvica, pueden aumentar el riesgo de desarrollar una FVV.
Síntomas:
El principal síntoma de la FVV es la incontinencia urinaria constante, que se caracteriza por la pérdida involuntaria de orina a través de la vagina. La mujer puede sentir un flujo continuo de orina o goteo intermitente. Otros síntomas pueden incluir:
- Infecciones urinarias recurrentes.
- Dolor o ardor vaginal.
- Irritación vaginal.
- Dispareunia (dolor durante las relaciones sexuales).
- Incomodidad social y emocional.
Diagnóstico:
El urólogo realiza un examen físico completo, incluyendo un examen pélvico, para evaluar la presencia de una FVV. Se pueden realizar pruebas adicionales como:
- Cistografía: Se inyecta un contraste en la vejiga para observar si hay fuga de orina hacia la vagina.
- Uretrocistoscopia: Se introduce una cámara miniatura en la vejiga y la uretra para visualizar el tracto urinario y detectar la fístula.
- Pruebas de urodinamia: Se evalúan la función de la vejiga y el esfínter urinario.
Tratamiento:
El tratamiento de la FVV depende del tamaño y la ubicación de la fístula, así como de la salud general de la paciente. Las opciones de tratamiento incluyen:
- Manejo conservador: En casos de fístulas pequeñas, se puede intentar un manejo conservador con el uso de sonda vesical permanente durante varias semanas, antibióticos para prevenir infecciones y estrógenos vaginales para mejorar la salud del tejido vaginal.
- Cirugía: La reparación quirúrgica es la opción más común para el tratamiento de la FVV. El urólogo puede realizar la cirugía por vía vaginal, abdominal o laparoscópica. El tipo de abordaje dependerá del tamaño y la ubicación de la fístula, así como de la experiencia del cirujano.
Pronóstico:
El pronóstico de la FVV es generalmente bueno. La mayoría de las fístulas se pueden reparar con éxito mediante cirugía, con tasas de éxito que superan el 80%. La recuperación después de la cirugía puede tomar varias semanas, durante las cuales la paciente puede necesitar usar una sonda vesical temporalmente.
Recomendaciones:
Si experimenta incontinencia urinaria constante después de un parto, una cirugía o un traumatismo pélvico, es importante consultar con un urólogo para que pueda realizar un diagnóstico preciso y determinar el tratamiento adecuado.
Si tienes pérdida de orina por la vagina, llámanos así podremos evaluarte.
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Urologia Peruana Dr. Luis Susaníbar
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