Por qué oir agua nos lleva a orinar.

Todos conocemos esa sensación cuando la naturaleza llama, pero la psicología detrás de ello es mucho menos comprendida. ¿Por qué, por ejemplo, sentimos ganas de orinar justo antes de ducharnos o cuando estamos nadando? ¿Qué provoca esos «orines nerviosos» antes de una cita?

se han realizados muchas investigaciones al respecto y ellas sugieren que nuestro cerebro y vejiga están en constante comunicación a través de una red neuronal llamada eje cerebro-vejiga. Esta compleja red de circuitos está compuesta por actividad neuronal sensorial, incluidos los sistemas nerviosos simpático y parasimpático. Estas conexiones permiten enviar información de un lado a otro entre el cerebro y la vejiga.

El eje cerebro-vejiga no solo facilita el acto de orinar, sino que también nos avisa cuando tenemos que ir. ¿Cómo sabemos cuándo es el momento? A medida que la vejiga se llena de orina y se expande, esto activa receptores especiales que detectan el estiramiento en el revestimiento rico en nervios de la pared de la vejiga. Esta información se transmite al «gris periaqueductal», una parte del cerebro en el tronco cerebral que monitorea constantemente el estado de llenado de la vejiga.

Una vez que la vejiga alcanza un cierto umbral (aproximadamente 250-300 ml de orina), se activa otra parte del cerebro llamada «centro de micción pontina», que señala que la vejiga necesita ser vaciada. Registramos esto como esa sensación familiar de plenitud y presión en la parte baja del abdomen. Además, diversas situaciones pueden desencadenar o exacerbar nuestra necesidad de orinar al aumentar la producción de orina y/o estimular los reflejos en la vejiga.

Orinar en la ducha

Si alguna vez has sentido la necesidad de orinar mientras estás en la ducha, puede deberse a la vista y el sonido del agua corriente. En un estudio de 2015, los investigadores demostraron que a los hombres con dificultades urinarias les resultó más fácil orinar al escuchar el sonido del agua corriente reproducido en un teléfono inteligente. Los síntomas de la vejiga hiperactiva, incluida la urgencia (una necesidad repentina de orinar), también se han relacionado con señales ambientales que implican agua corriente, como lavarse las manos y ducharse.

Es probable que esto se deba tanto a la fisiología como a la psicología. El sonido del agua corriente puede tener un efecto relajante, aumentando la actividad del sistema nervioso parasimpático, lo que relajaría los músculos de la vejiga y la prepararía para el vaciado. Al mismo tiempo, el sonido del agua corriente puede tener un efecto psicológico condicionado. Debido a las innumerables veces que este sonido ha coincidido con el acto real de orinar, puede desencadenar una reacción instintiva en nosotros.

Respuesta al agua fría y caliente

No solo la vista o el sonido del agua corriente nos hace querer orinar. Se ha demostrado que la inmersión en agua fría causa una «respuesta de shock frío», que activa el sistema nervioso simpático. Esta respuesta de «lucha o huida» aumenta nuestra presión arterial, haciendo que nuestros riñones filtren más líquido del torrente sanguíneo para estabilizar la presión arterial, en un proceso llamado «diuresis de inmersión». Esto llena la vejiga más rápido de lo normal, provocando la necesidad de orinar.

Curiosamente, la inmersión en agua muy tibia también puede aumentar la producción de orina. En este caso, se debe a la activación del sistema nervioso parasimpático. Un estudio demostró que un aumento de la temperatura del agua de 40 °C a 50 °C redujo el tiempo que tardaron los participantes en comenzar a orinar. Estar en agua tibia es calmante para el cuerpo y activa el sistema nervioso parasimpático, lo que puede relajar la vejiga y los músculos del suelo pélvico, provocando la necesidad de orinar.

Los orines nerviosos

El estrés y la ansiedad pueden causar episodios de náuseas y mariposas en el estómago, pero ¿qué pasa con la vejiga? ¿Por qué sentimos un impulso repentino y frecuente de orinar en momentos de mayor estrés, como antes de una cita o una entrevista de trabajo? Cuando una persona se estresa o se pone ansiosa, el cuerpo entra en modo de lucha o huida a través de la activación del sistema nervioso simpático. Esto desencadena cambios fisiológicos diseñados para preparar al cuerpo para enfrentar una amenaza percibida. Los músculos que rodean la vejiga pueden contraerse, lo que lleva a una necesidad más urgente y frecuente de orinar. Además, el aumento de la presión arterial asociado con la respuesta al estrés puede estimular los riñones para producir más orina.

Aplicaciones del agua en urología

El agua juega un papel importante en la urología. Estudios como la urodinamia y la uroflujometría, indicados en casos de enfermedades como la vejiga hiperactiva y perezosa, aprovechan este fenómeno para estimular la micción y obtener mejores resultados. Incluso existen aplicaciones que imitan el sonido del agua y se utilizan para el entrenamiento vesical, el condicionamiento de la micción en niños e incluso como parte del tratamiento de las disfunciones miccionales en personas con dificultades para orinar.

Algunos pensamientos finales

Todos orinamos (la mayoría de nosotros varias veces al día). Sin embargo, la investigación ha demostrado que alrededor del 75 % de los adultos saben poco sobre cómo funciona realmente este proceso, y aún menos sobre el eje cerebro-vejiga y su papel en la micción. La mayoría de las personas experimentarán dificultades urinarias en algún momento de sus vidas, por lo que, si alguna vez tienes preocupaciones sobre tu salud urinaria, es extremadamente importante consultar a un profesional de la salud. Y si alguna vez te encuentras incapaz de orinar, tal vez la vista o el sonido del agua corriente, un baño relajante o una inmersión en agua tibia te ayudarán a que esa corriente fluya.

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Urología Peruana Dr. Luis Susaníbar

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