
Por qué duele al eyacular
El dolor asociado al orgasmo, también conocido como diseyaculación, odinorgasmia, disorgasmia u orgasmalgia, es una condición caracterizada por una sensación agonizante que se produce durante el orgasmo. Aunque este dolor se reporta principalmente en el pene, también puede manifestarse en otras áreas como los testículos, el recto o la parte inferior del abdomen. Este fenómeno es poco comprendido y, en consecuencia, suele ser ignorado tanto por pacientes como por profesionales de la salud.
La incidencia del dolor asociado al orgasmo varía considerablemente en la literatura médica, con cifras que oscilan entre el 1,9 % y el 25 % según diferentes estudios. La duración del dolor puede ser breve, de apenas unos segundos, o persistir hasta dos días. La intensidad de la sensación dolorosa también varía, desde un malestar leve hasta un dolor insoportable. A pesar del impacto potencialmente severo en la calidad de vida de los afectados, este tema ha sido relativamente poco investigado, lo que resalta la necesidad de una mayor atención en la práctica clínica y en la investigación.
Prevalencia
La eyaculación dolorosa es un síntoma subreportado. Un estudio multinacional realizado en 2003 en los Estados Unidos y seis países europeos, que incluyó a 12,815 hombres de entre 50 y 80 años con síntomas del tracto urinario inferior (LUTS), encontró que el 6,7 % de estos pacientes experimentaba eyaculación dolorosa. En otro estudio, el 25,9 % de aproximadamente 2000 hombres sexualmente activos con LUTS informaron molestias eyaculatorias. Otros estudios reportan una incidencia entre el 1,9 % y el 12 %. En general, se estima que la prevalencia oscila entre el 1,9 % y el 25 %, ya sea como un síntoma aislado o asociado con otros síntomas del tracto urinario inferior. Además, se ha observado un aumento en la frecuencia de este síntoma en correlación con la gravedad de los LUTS, evaluada mediante la puntuación internacional de síntomas de próstata.
Fisiología del orgasmo
Comprender la fisiología del orgasmo es fundamental para entender la eyaculación dolorosa. En los hombres, el orgasmo y la eyaculación ocurren simultáneamente y se dividen en dos etapas: emisión y eyección. La eyaculación y el orgasmo dependen de una compleja interacción entre el sistema nervioso central y periférico, con la participación de varios neurotransmisores como la dopamina, norepinefrina, serotonina, acetilcolina y óxido nítrico. Las vías hormonales también juegan un papel crucial en la eyaculación, con hormonas como la oxitocina, la prolactina, la hormona tiroidea, los glucocorticoides y las hormonas sexuales involucradas en el proceso.
Durante la fase de emisión, se cierra el cuello de la vejiga para prevenir el reflujo de secreciones, mientras que el epidídimo, los conductos deferentes, las vesículas seminales y la próstata participan activamente en la expulsión de semen hacia la uretra prostática. En la fase de eyección, el semen es expulsado a través del meato uretral gracias a contracciones de los músculos estriados como el bulbocavernoso y el isquiocavernoso. Durante todo este proceso, el cuello de la vejiga permanece cerrado y la sensación de orgasmo se produce a través de la activación de fibras nerviosas y otros órganos sexuales accesorios.
Etiología
La eyaculación dolorosa puede ser causada por una variedad de factores, algunos de los cuales incluyen:
- Infecciones o inflamaciones: Condiciones como la orquitis, epididimitis, prostatitis o uretritis pueden desencadenar dolor durante la eyaculación.
- Hiperplasia prostática benigna (HPB): Se ha encontrado que los pacientes con HPB tienen una mayor predisposición a experimentar eyaculación dolorosa.
- Post-prostatectomía radical: Daños en el cuello de la vejiga o en las fibras nerviosas durante la cirugía pueden llevar a síntomas relacionados con el orgasmo, incluida la eyaculación dolorosa.
- Cálculos de la vesícula seminal: Estos pueden estar asociados con infecciones crónicas, cáncer de próstata, reflujo de orina o diabetes mellitus, y a menudo se presentan con eyaculación dolorosa y hematospermia.
- Obstrucción del conducto eyaculatorio (EDO): Causada por patologías como malformaciones, quistes prostáticos, fibrosis o cálculos de la vesícula seminal, puede resultar en eyaculación dolorosa acompañada de infertilidad.
- Síndrome de dolor pélvico crónico (CPPS): La neuropatía del nervio pudendo, generalmente debido a la compresión nerviosa, puede causar eyaculación dolorosa y otros dolores en la región perineal, escrotal y perianal.
- Medicamentos: Algunos antidepresivos y relajantes musculares han sido vinculados a la eyaculación dolorosa, la cual mejora al suspender el medicamento.
- Procedimientos quirúrgicos previos: Como la vasectomía o la reparación de hernias inguinales, que pueden causar cicatrices y dañar nervios o tejidos, resultando en dolor eyaculatorio.
Conclusión
La eyaculación dolorosa es un síntoma subreportado que puede tener un impacto significativo en la calidad de vida de los pacientes. Debido a su compleja etiología y la falta de guías específicas por parte de asociaciones de urología, se requiere un enfoque personalizado para su diagnóstico y tratamiento. La identificación temprana y un manejo adecuado, que puede incluir desde la suspensión de medicamentos hasta intervenciones quirúrgicas, son esenciales para mejorar el bienestar del paciente y reducir el impacto de esta condición. La investigación adicional es crucial para establecer guías claras que faciliten su diagnóstico y tratamiento en la práctica clínica.
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Urología Peruana Dr. Luis Susaníbar

