
Una de las preguntas más frecuentes en la consulta médica es cómo evaluar el nervio pudendo. Lo primero que debemos aclarar es que antes de solicitar cualquier prueba específica, debe existir una sospecha clínica bien fundamentada. Esta sospecha solo se puede establecer a través de una entrevista exhaustiva con el urólogo.
Muchos pacientes llegan a la consulta con diagnósticos incorrectos de dolor en el nervio pudendo, y en muchos casos no cumplen con los criterios para esta patología. Sin embargo, al haberles mencionado previamente la posibilidad de un problema con el nervio pudendo, es común que se presenten ansiosos, buscando descartar de manera definitiva la existencia de esta afección.
El urólogo, durante la anamnesis, puede sospechar la presencia de un síndrome del pudendo, y existen maniobras clínicas que pueden realizarse en consulta para ayudar a confirmar o descartar esta condición.
Para el diagnóstico de la neuropatía del nervio pudendo, se emplean diversas pruebas, como la prueba sensorial cuantitativa (QST) y los potenciales evocados somatosensoriales pudendos (SEPs).
La prueba sensorial cuantitativa, en particular la detección del umbral de temperatura cálida (WDT), ha demostrado ser útil para diagnosticar esta neuropatía. Evalúa la capacidad del paciente para detectar cambios de temperatura en la zona de inervación del nervio pudendo, siendo anormal en un alto porcentaje de los casos diagnosticados con neuropatía pudenda.
Los potenciales evocados somatosensoriales pudendos (SEPs) también son utilizados para evaluar la función del nervio. Esta técnica puede ser más efectiva si se realiza en posiciones que desencadenan los síntomas, como al estar sentado. En estas posiciones, se pueden observar alteraciones en la amplitud de los SEPs que no son evidentes cuando el paciente está acostado.
Otra herramienta diagnóstica es la evaluación sensorial mediante un alfiler en las ramas del nervio pudendo. Esta prueba puede identificar la neuropatía mostrando alteraciones en la sensación de pinchazo en un porcentaje significativo de pacientes.
Además de estas pruebas, una evaluación clínica detallada es crucial para un diagnóstico preciso en pacientes con dolor pélvico crónico.
Electromiografía del nervio pudendo
Otra prueba importante es la electromiografía (EMG) del nervio pudendo, utilizada para evaluar la función neuromuscular en el área perineal. Este procedimiento incluye técnicas como la medición de la latencia motora terminal del nervio pudendo (PNTML) y el uso de potenciales evocados somatosensoriales.
La EMG se realiza insertando electrodos de aguja en el músculo esfínter anal o utilizando dispositivos como el electrodo de St. Mark, que se coloca en el canal anal para medir la latencia motora. La estimulación del nervio pudendo puede realizarse por vía transvaginal o rectal, según el sexo del paciente y la técnica empleada.
Durante el procedimiento, se registra la actividad eléctrica muscular en respuesta a la estimulación nerviosa. Un tiempo de latencia prolongado puede indicar neuropatía del nervio pudendo, siendo útil para diagnosticar condiciones como la incontinencia fecal o disfunciones sexuales.
Estas técnicas permiten evaluar la integridad neuromuscular y aportan información valiosa para el diagnóstico y manejo de trastornos perineales.
Referencias:
- Antolak SJ, Antolak CM. Chronic Pelvic Pain: Neurogenic or Non-Neurogenic? Warm Detection Threshold Testing Supports a Diagnosis of Pudendal Neuropathy. Pain Physician. 2018;21(2):E125-E135.
- Beco J, Seidel L, Albert A. Clinical Usefulness of Quantitative Thermal Sensory Testing in the Diagnosis and Surgical Treatment of Women With Pudendal Neuropathy. Neurological Sciences : Official Journal of the Italian Neurological Society and of the Italian Society of Clinical Neurophysiology. 2023;44(7):2517-2526. doi:10.1007/s10072-023-06663-6.
- Örmeci B, Avcı E, Kaspar Ç, et al. A Novel Electrophysiological Method in the Diagnosis of Pudendal Neuropathy: Position-Related Changes in Pudendal Sensory Evoked Potentials. Urology. 2017;99:288.e1-288.e7. doi:10.1016/j.urology.2016.09.040.
- Antolak SJ. The Pudendal Syndrome: A Photo Essay of Nerve Compression Damage Visualized at Neurolysis in Patients With Chronic Neuropathic Pelvic Pain. Neurourology and Urodynamics. 2024;. doi:10.1002/nau.25555.
- James HE, Mulcahy JJ, Walsh JW, Kaplan GW. Use of Anal Sphincter Electromyography During Operations on the Conus Medullaris and Sacral Nerve Roots. Neurosurgery. 1979;4(6):521-3. doi:10.1227/00006123-197906000-00005.
- Tetzschner T, Sørensen M, Lose G, Christiansen J. Vaginal Pudendal Nerve Stimulation: A New Technique for Assessment of Pudendal Nerve Terminal Motor Latency. Acta Obstetricia Et Gynecologica Scandinavica. 1997;76(4):294-9. doi:10.1111/j.1600-0412.1997.tb07981.x.
- Rao SS. Diagnosis and Management of Fecal Incontinence. American College of Gastroenterology Practice Parameters Committee. The American Journal of Gastroenterology. 2004;99(8):1585-604. doi:10.1111/j.1572-0241.2004.40105.x.
- Amarenco G, Ismael SS, Bayle B, Denys P, Kerdraon J. Electrophysiological Analysis of Pudendal Neuropathy Following Traction. Muscle & Nerve. 2001;24(1):116-9. doi:10.1002/1097-4598(200101)24:13.0.co;2-0.
- Paskaranandavadivel N, Varghese C, Lara J, et al. A Novel High-Density Electromyography Probe for Evaluating Anorectal Neurophysiology: Design, Human Feasibility Study, and Validation With Trans-Sacral Magnetic Stimulation. Annals of Biomedical Engineering. 2021;49(1):502-514. doi:10.1007/s10439-020-02581-2.

