Cómo prevenir la reinfección de ETS después del tratamiento: Guía esencial

Si has recibido tratamiento para una infección de transmisión sexual (ETS), has tomado una medida crucial para cuidar tu salud y evitar complicaciones. Sin embargo, es importante entender que el tratamiento no garantiza inmunidad permanente. Aunque elimina la infección, es posible contraerla nuevamente si no se toman precauciones. Aquí explicamos por qué ocurre la reinfección y cómo protegerte de manera efectiva.

¿Por qué puedes contraer la misma ETS otra vez?

Las ETS bacterianas (como clamidia, gonorrea o sífilis) y las causadas por parásitos pueden curarse con antibióticos, pero no generan protección contra futuras exposiciones. Si mantienes contacto sexual con una pareja infectada que no ha recibido tratamiento, el riesgo de reinfección es alto. Por ejemplo, en el caso de la clamidia, hasta el 20% de las personas se reinfectan dentro de los primeros seis meses tras el tratamiento (CDC, 2021).

Además, muchas ETS son asintomáticas, lo que facilita la transmisión involuntaria. Por eso, los profesionales de la salud insisten en que todas las parejas sexuales se realicen pruebas y sigan el tratamiento simultáneamente.

¿El tratamiento brinda inmunidad?

La respuesta es no. A diferencia de enfermedades como el sarampión, las ETS no generan inmunidad después de la cura:

• ETS bacterianas/parasitarias: Los antibióticos eliminan la infección, pero no previenen nuevos contagios.
• ETS virales: El herpes o el VIH requieren tratamiento continuo, ya que los antivirales controlan síntomas pero no eliminan el virus.
• Vacunas disponibles: Solo el VPH y la hepatitis B cuentan con vacunas preventivas, pero deben administrarse antes de la exposición.

5 claves para evitar la reinfección

1. Tratamiento en pareja: Si te diagnostican una ETS, asegúrate de que tu(s) pareja(s) se hagan pruebas y sigan el tratamiento. Esto es vital incluso si no presentan síntomas.
2. Pausa sexual durante el tratamiento: Evita las relaciones hasta completar la medicación y recibir el alta médica.
3. Uso constante de protección: Condones y barreras bucales reducen el riesgo, aunque no al 100% (por ejemplo, el VPH o herpes se transmiten por contacto piel con piel).
4. Chequeos regulares: Realízate pruebas periódicas, especialmente si tienes múltiples parejas o inicias una nueva relación.
5. Vacunación estratégica: Consulta con tu médico sobre las vacunas contra el VPH y la hepatitis B si no estás inmunizado.

Señales de alerta: ¿Podrías estar reinfectado?

Si experimentas síntomas como flujo anormal, llagas genitales, ardor al orinar o molestias pélvicas, acude a un profesional de inmediato. Muchas ETS son silenciosas, por lo que incluso sin síntomas, es clave hacerte pruebas si tu pareja tiene un diagnóstico reciente.

Rompe el estigma: Las ETS son más comunes de lo que piensas.

1 de cada 4 personas sexualmente activas contraerá una ETS en algún momento de su vida. Contraer una no refleja tu carácter ni tus decisiones, sino que es un riesgo inherente a la actividad sexual. La clave está en priorizar tu salud: comunícate abiertamente con tus parejas, normaliza las pruebas y sigue las recomendaciones médicas.

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Urología Peruana Dr. Luis Susaníbar