¿Qué es la torsión testicular?

La torsión testicular ocurre cuando el testículo rota dentro del escroto, torciendo el cordón espermático y bloqueando el flujo sanguíneo. Esto provoca dolor intenso, inflamación y, en muchos casos, un testículo más alto o en una posición anormal. También pueden aparecer síntomas como dolor abdominal, fiebre, náuseas, vómitos, micción frecuente, cambio de color de la piel escrotal o un bulto visible.

Se trata de una emergencia médica. Si el flujo sanguíneo no se restablece en las primeras 6 horas, aumenta el riesgo de daño irreversible o pérdida del testículo.

¿A quiénes afecta con mayor frecuencia?

• Es más común entre los 12 y 18 años, representando cerca del 68% de los casos.
• Afecta con mayor frecuencia al testículo izquierdo, debido a la anatomía de las venas.
• Solo un 2% de los casos compromete ambos testículos.

Causas y factores de riesgo

Aunque la causa exacta se desconoce, los factores que aumentan el riesgo incluyen:

• Edad entre 12 y 18 años.
• Antecedentes personales o familiares de torsión testicular.
• Deformidad en badajo de campana: condición genética en la que el testículo se mueve libremente dentro del escroto.
• Traumatismos en el testículo o escroto.

Complicaciones si no se trata a tiempo

• Daño testicular irreversible.
• Muerte del tejido testicular (necrosis).
• Infertilidad.
• Necesidad de extirpación quirúrgica (orquiectomía) para evitar infecciones.

Diagnóstico médico

Ante dolor intenso en la ingle o el escroto, el especialista puede solicitar:

• Ecografía Doppler escrotal para evaluar el flujo sanguíneo.
• Análisis de orina para descartar infecciones o enfermedades de transmisión sexual.

Si el diagnóstico no es concluyente pero la sospecha clínica es alta, se recomienda cirugía inmediata.

Tratamiento de la torsión testicular

Cirugía: la orquidopexia

Es el tratamiento más habitual y eficaz. Consiste en:

1. Realizar una incisión escrotal.
2. Destorcer el testículo afectado.
3. Fijarlo a la pared escrotal con suturas para evitar recurrencias.

Si el testículo está gravemente dañado, se procede a una orquiectomía y, si el paciente lo desea, se puede colocar una prótesis testicular.

Destorsión manual

En algunos casos, un profesional puede desenroscar el testículo manualmente para aliviar el dolor y restaurar el flujo sanguíneo. Sin embargo, siempre se recomienda la orquidopexia posterior para prevenir nuevos episodios.

Prevención de recurrencias

Tras una torsión, es habitual fijar quirúrgicamente ambos testículos, incluso si solo uno se vio afectado, para evitar futuros episodios.

Conclusión

La torsión testicular es una urgencia médica que no debe ignorarse. Cuanto antes se trate, mayores serán las probabilidades de salvar el testículo y preservar la fertilidad. Si experimentan dolor testicular repentino e intenso, acudan de inmediato a un especialista en urología.

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