
Cómo favorecer la adecuada cicatrización de una herida
La curación de una herida es un proceso biológico complejo que requiere cuidados locales y medidas generales para optimizar la reparación tisular. A continuación se detallan los principales aspectos:
1. Limpieza y control local
- Tiempo y constancia: la herida debe evaluarse y limpiarse diariamente.
- Agua y jabón neutro: es el método más sencillo y seguro para eliminar restos, secreciones y posibles contaminantes. Evitar soluciones irritantes como alcohol o agua oxigenada en exceso, ya que pueden dañar el tejido de granulación.
- Antisépticos: en heridas superficiales, puede utilizarse clorhexidina o povidona yodada, aunque no deben aplicarse de forma continua por más de unos días.
2. Uso de antibióticos tópicos
- Una pomada antibiótica combinada (como Multimicyn o Neosporin, que contienen polimixina B, neomicina y bacitracina) ayuda a prevenir sobreinfecciones locales.
- Debe aplicarse en una capa delgada, una o dos veces al día, después de la limpieza.
- En caso de alergia o irritación local, se debe suspender y considerar alternativas.
3. Protección con apósitos
- Gasas estériles: protegen la herida de contaminantes externos y absorben exudados.
- Deben cambiarse diariamente, o antes si se humedecen.
- En heridas con mayor secreción pueden emplearse apósitos hidrocoloides o de espuma, que mantienen un ambiente húmedo controlado, lo que acelera la cicatrización.
4. Nutrición adecuada
La cicatrización es un proceso que exige altos requerimientos nutricionales.
- Proteínas: fundamentales para la síntesis de colágeno y la regeneración tisular. Consumir un huevo diario, carnes magras, pescado, lácteos o legumbres.
- Vitaminas y minerales:
- Vitamina C: esencial para el colágeno (cítricos, kiwi, papaya).
- Vitamina A y zinc: favorecen la reparación cutánea (zanahoria, hígado, frutos secos).
- Hierro: importante en la oxigenación de tejidos.
- Hidratación: beber suficiente agua facilita el transporte de nutrientes y la regeneración celular.
5. Restricciones y cuidados especiales
- No remojar la herida: evitar playas, piscinas, saunas o baños prolongados. La humedad excesiva favorece la maceración y aumenta el riesgo de infección.
- No manipular costras: retirarlas de forma mecánica puede retrasar la cicatrización y dejar cicatrices más visibles.
- Evitar tabaco y alcohol: ambos reducen la oxigenación tisular y ralentizan la reparación.
6. Situaciones que requieren atención médica
- Heridas extensas, profundas o con pérdida de piel que podrían requerir injertos o colgajos.
- Signos de infección: enrojecimiento progresivo, calor local, secreción purulenta, dolor intenso o fiebre.
- Pacientes con diabetes, inmunosupresión o problemas vasculares, que tienen mayor riesgo de complicaciones y cicatrización retardada.
✅ En resumen: la curación de heridas se logra combinando limpieza diaria con agua y jabón, cobertura protectora, antibióticos tópicos cuando sea necesario, una dieta rica en proteínas y nutrientes, y evitando factores de riesgo. En casos complejos, la intervención quirúrgica (injertos o colgajos) puede ser indispensable.
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Urología Peruana Dr. Luis Susaníbar


