
El Molusco contagioso es causado por el virus del molusco contagioso tipo 1 (VMC-1) y se presenta con mayor frecuencia en menores de 5 años, con una incidencia estimada en 2 a 8% a nivel mundial. En los adolescentes y adultos puede ser transmitido vía sexual.
En los pacientes transplantados y con SIDA, la incidencia puede alcanzar el 20% y las lesiones pueden comprometer todo el cuerpo, especialmente la cara. La lesión del molusco comienza clásicamente como una pápula de 1 a 2mm indolora, que puede crecer hasta convertirse en un nódulo, a veces umbilicada en el centro. Al ser comprimidas dan salida a un material blanquecino llamado “cuerpo del molusco”, el cual es altamente contagioso.
La transmisión ocurre por contacto directo y también es posible a través de fómites, pudiendo diseminarse por autoinoculación. El período de incubación es de 2 a 7 semanas. La enfermedad es a menudo autolimitada, con resolución espontánea sin cicatriz en el plazo promedio de 18 meses, pero puede tener un curso tórpido en pacientes inmunodeprimidos. Las lesiones no desarrollan una respuesta inmune protectora.
El diagnóstico es generalmente clínico, el virus se podría identificar mediante microscopía electrónica, real time PCR y secuenciación.
Aunque las lesiones de molusco contagioso generalmente se resuelven en forma espontánea, se indica su remoción por el riesgo de diseminación. Esta puede ser física o química y las formulaciones tópicas pueden ser utilizadas en combinación. Su utilización dependerá de factores del paciente y acceso a las terapias.
Cuando las lesiones se complican, lo cual es bastante usual, debe agregarse en ocasione sun tratamiento antibiótico.
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¿Cuáles son las opciones de tratamiento?
Debido a que el molusco contagioso es autolimitado en individuos sanos, el tratamiento puede ser innecesario. No obstante, cuestiones como la visibilidad de la lesión, la enfermedad atópica subyacente y el deseo de prevenir la transmisión pueden impulsar la terapia. El tratamiento para el molusco generalmente se recomienda si las lesiones están en el área genital (en o cerca del pene, la vulva, la vagina o el ano). Si se encuentran lesiones en esta área
Eliminación física
La extirpación física de las lesiones puede incluir crioterapia (congelación de la lesión con nitrógeno líquido), curetaje (perforación del núcleo y raspado de material caseoso o cursi) y terapia con láser. Estas opciones son rápidas y requieren un proveedor de atención médica capacitado, pueden requerir anestesia local y pueden provocar dolor, irritación y cicatrización posteriores al procedimiento.
No es una buena idea tratar de eliminar las lesiones o el líquido dentro de las lesiones usted mismo. Al eliminar las lesiones o el líquido de la lesión usted mismo, puede autoinocularse involuntariamente otras partes del cuerpo o correr el riesgo de propagarlo a otras personas. Al rascarse o rasparse la piel podrías provocar una infección bacteriana.
Terapia oral
La eliminación gradual de las lesiones puede lograrse mediante terapia oral. Esta técnica a menudo es deseable para los pacientes pediátricos porque generalmente es menos dolorosa y los padres pueden realizarla en casa en un ambiente menos amenazador. La cimetidina oral se ha utilizado como un tratamiento alternativo para niños pequeños que temen el dolor asociado con la crioterapia, el legrado y la terapia con láser o porque se debe evitar la posibilidad de cicatrización. Si bien la cimetidina es segura, indolora y bien tolerada, los moluscos faciales no responden tan bien como las lesiones en otras partes del cuerpo.
Terapia tópica
La crema de podofilotoxina (0,5%) es confiable como terapia domiciliaria para hombres, pero no se recomienda para mujeres embarazadas debido a la supuesta toxicidad para el feto. Cada lesión debe ser tratada individualmente ya que el efecto terapéutico es localizado. Otras opciones para la terapia tópica incluyen yodo y ácido salicílico, hidróxido de potasio, tretinoína, cantaridina (un agente ampollar que generalmente se aplica en un consultorio) e imiquimod (modificador de células T). Imiquimod no ha demostrado su eficacia para el tratamiento del molusco contagioso en niños y no se recomienda para niños debido a posibles efectos adversos. Estos tratamientos deben ser recetados por un profesional de la salud.