Antiguamente se consideraba que los síntomas urinarios bajos en el varón adulto mayor eran producidos por el crecimiento de la próstata, por lo que los distintos capítulos en decenas de libros al respecto de estos síntomas, englobaban el tratamiento el rededor del alivio de los «síntomas prostáticos», dedicándose extensos textos al respecto de la hiperplasia prostática, HBP, agrandamiento prostático; etc.
Últimamente esto ha cambiado, y vemos como el capítulo completo de Hiperplasia Prostática de las Guías de la Asociación Europea de Urología ha sido cambiado por el de Directrices de la EAU sobre los Síntomas No Neurogénicos del Tracto Urinario Inferior en varones STUINNV; ello debido a que la evidencia científica ha demostrado que los síntomas urinarios bajos (STUI) no son exclusivos de la enfermedad prostática, pudiendo deberse a problemas en la vejiga, riñones, uretra, etc. Ponemos de vuestro conocimiento ello, pues en publicaciones posteriores a esta hablaremos mucho más sobre STIUNNV en vez de STUI, para estar acorde con la evidencia actual.
«Los ALFABLOQUEADORES son por estos días los principales caballos de batalla del urólogo para la mejoría de los síntomas urinarios bajos, pero no son sólo los únicos.»
Dr. Fernando Susaníbar. Madrid Urología. España.
Históricamente, se ha asumido que los α-bloqueadores actúan inhibiendo el efecto de la noradrenalina liberada endógenamente en las células musculares lisas de la próstata, reduciendo así el tono prostático y la obstrucción a la salida de la vejiga.
Los α1A-adrenoceptores actúan como mediadores predominantemente, si no exclusivamente, en la contracción de la próstata humana.
La medicina antiprostática va a «abrir» el conducto por donde pasa la orina, «relajando el tejido prostático».
Sin embargo esta creencia ha sido tema controversial en la urología, y las guías europeas nos dicen al respecto:
«No obstante se ha demostrado que los α-bloqueadores tienen escaso efecto sobre la resistencia a la salida de la vejiga determinada urodinámicamente y que la mejoría asociada con el tratamiento de los STUI tiene escasa correlación con la obstrucción. De ahí que haya habido muchos debates sobre el papel de los α1-adrenoceptores localizados fuera de la próstata (por ejemplo, en la vejiga urinaria y/o la médula espinal) y de otros subtipos de α-adrenoceptor (α1B- o α1D-adrenoceptores) como mediadores de efectos beneficiosos de los α-bloqueadores.
Los α1-adrenoceptores de los vasos sanguíneos, otras células musculares lisas no prostáticas, y el sistema nervioso central han sido considerados como mediadores de efectos segundarios durante el tratamiento con α-bloqueadores, y parecen estar involucrados los tres subtipos de receptores. Este concepto ha favorecido el uso de agonistas selectivos del adrenoceptor α1A. Sin embargo, todavía no se ha determinado si la selectividad de α1A es el único y principal factor para determinar una buena tolerancia.»
- Reducen típicamente, la International Prostate Symptom Score (IPSS) (Escala Internacional de Síntomas Prostáticos), después de un período de prueba, en un 35-40% aproximadamente
- Aumentan la tasa máxima de flujo urinario (Qmax) en un 20-25% aproxidamente.
- La eficacia de los α-bloqueadores no depende del tamaño de la próstata y es similar en todos los grupos de edad.
- No obstante, los α-bloqueadores
- No reducen el tamaño de la próstata
- No previenen la retención urinaria aguda en los estudios de largo plazo
- Algunos pacientes tendrán que someterse a un tratamiento quirúrgicomismo tomando estas sustancias.
Que efectos no deseados producenlos alfabloqueadores?
- Guías europeas de urología
- Dibujo tomado de prostata.com.br