Más de 75 años de estudio del Cáncer de Próstata han permitido un conocimiento más amplio de su fisiopatología, siendo el hito crucial para el cambio en su evolución natural por un lado, la incorporación del PSA como herramienta diagnóstica y por otro la incorporación de la terapia hormonal basada fundamentalmente en el gobierno del Receptor Androgénico. En consonancia con esta apreciación, a día de hoy y a excepción de la quimioterapia y la inmunoterapia, las terapias para el Cáncer de Próstata Avanzado se centran en el bloqueo o interrupción de las vías dependientes del Receptor Androgénico.
Aproximadamente un 30 % de los pacientes sometidos a radioterapia (RT) o (prostatectomía radical(PR) presentaran elevaciones del PSA (Guías de la EAU), constituyendo una recidiva bioquímica (RBQ) (subgrupo II.1) lo que eventualmente conducirá a desarrollar metástasis y deceso cáncer específico.
La evolución natural en este grupo de pacientes es heterogénea y depende de varios parámetros clínicos que incluyen el PSA basal, el Score de Gleason / Grados de ISUP, el TNM, la velocidad de duplicidad del PSA, la afectación ganglionar, y/o los márgenes positivos según el tipo de tratamiento curativo que se haya instaurado y que no es motivo de esta revisión.
Los pacientes con RBQ reciben tratamiento específico y en muchas ocasiones son tributarios a Hormonoterapia con Bloqueo Androgénico. En un sub grupo de estos pacientes la elevación de PSA persiste o reaparece en el tiempo definiéndose clínicamente como Cáncer de Próstata Resistente a la Castración que inicialmente será No Metastásico (sugrupo II.2) para posteriormente desarrollar Metástasis (subgrupo II.3). Este último grupo debe ser sub dividido en pacientes Asintomáticos (grupo II.3.1) y Sintomáticos (grupo II.3.2)
Autor: Fernando Susaníbar