Los tumores malignos conocidos comunmente como cáncer tienen todos un síntoma común, crecen en el interior de un órgano modificando su estructura e invadiéndolo gradualmente.
Al inicio son muy pequeños y por ello no podemos percibirlos, sin embargo al ir creciendo y transformando la anatomía del órgano se harán mas evidentes mostrándose duros y se podrán palpar en el interior o por fuera del órgano, a ello se denomina nódulo.
Por ejemplo en el caso del cáncer de mama la mujer podrá palpar un nódulo o masa dentro de la glándula, lo cual puede alarmarla y llevarle al médico a la brevedad.
También podemos palpar estos nódulos sólidos en las gónadas masculinas, como hemos señalado anteriormente el cáncer testicular se caracteriza por presentar una masa sólida en la superficie del testículo que usualmente es dura y no ocasiona dolor.
El problema con los órganos internos como el hígado, bazo, riñón o próstata, es que se encuentran en el interior del cuerpo y por ello que no podemos palparlos, por ello es importante realizar evaluaciones periódicas en las poblaciones de riesgo.
Los pacientes fumadores, por ejemplo, tendrán mayor posibilidad de desarrollar cáncer de riñón y vejiga, de ahí la importancia de hacerles una evaluación rutinaria a las vías urinarias.
Ya en el caso del cáncer de próstata si bien el órgano es interno, el urólogo mediante el tacto rectal puede examinar la glándula y con ello detectar estos mismos nódulos, sospechando de la presencia de cáncer e indicando una biopsia posterior.
Nosotros recomendamos la evaluación anual de la próstata para detección del cáncer en todos los varones a partir de los 50 años.
Urología Peruana. Dr. Susaníbar 