
MITO.
La próstata puede sufrir diversos tipos de enfermedades entre ellas la prostatitis, el crecimiento benigno conocido como hiperplasia y el cáncer.
En el caso de la hiperplasia esta consiste en un crecimiento anormal y benigno de la glándula, que puede producir como no, síntomas urinarios en ocasiones tan intensos que el médico decide someter a tratamiento quirúrgico al paciente. La cirugía puede ser realizada mediante la técnica convencional -a cielo abierto-, pero también mediante técnicas endoscópicas de diversa índole como la cirugía láser, la resección, el plasma, etc. La cirugía busca aliviar los síntomas principalmente obstructivos, y consiste en retirar el tejido que ha crecido, usualmente ubicado en el centro de la glándula prostática. Luego de la cirugía siempre quedará la zona periférica conocida como cápsula. Es en esta cápsula y en el remanente tejido prostático que se puede originar un cáncer de próstata, de ahí la importancia de qué luego de una cirugía de crecimiento prostático benigno usted continúe con sus controles anuales.