
¿Que es la impotencia sexual o disfunción eréctil (DE)?
La DE es la habilidad de tener y mantener una erección lo suficiente rígida para que el varón logre una copulador satisfactoria.
¿Cuáles son las opciones terapéuticas usuales para la DE?
Desde el año 2018 la Asociación Estadounidense de Urología (AUA) sugiere un enfoque de tratamiento de la DE con opciones que incluyen modificaciones en el estilo de vida, asesoramiento sobre salud mental (si está indicado), inhibidores orales de la fosfodiesterasa tipo 5 (PDE5i), dispositivo de erección al vacío (VED ), alprostadil intrauretral (UI), inyecciones intracavernosas (ICI). Para los pacientes que no toleran estas opciones, tienen contraindicaciones o DE grave, está indicada la implantación quirúrgica de una prótesis de pene, la solución definitiva. A pesar de las opciones de tratamiento aparentemente abundantes, los enfoques mínimamente invasivos tienen una eficacia subóptima y carecen de espontaneidad, mientras que las prótesis de pene inflables tienen una alta satisfacción pero son invasivas y son costosas: y como toda cirugía no están exentas de complicaciones.
¿Y los nuevos tratamientos?
Últimamente han surgido las denominadas terapias restaurativas, que ofrecen revertir la disfunción eréctil, pero aún están en investigación. Estas incluyen: la terapia de ondas de choque de baja intensidad (LiSWT), la terapia con células madre (SCT) y el plasma rico en plaquetas (PRP). Sin embargo hay falta de evidencia sólida para respaldar el uso clínico estas terapias terapias para el tratamiento de la disfunción eréctil.
El Botox/BontA
La neurotoxina botulínica (BoNT) es una proteína neurotóxica producida por Clostridium botulinum (bacilo grampositivo) y otras especies de clostridios. El Botox es la Toxina botilínica mas estudiada en los Estados Unidos y cuenta con aprobación de la FDA, las sustancias bioequivalente no tendrían el mismo efecto. El Botox Bloquea la liberación de acetilcolina de las terminaciones nerviosas en la unión neuromuscular, lo que provoca parálisis. Desde su descubrimiento ha sido utilizado en diferentes campos de la medicina como oftalmología, dermatología, neurología y urología. En urología ha védico utilizándose con éxito en la hiperactividad del detrusor y en el síndrome de vejiga hiperactiva no neurogénica. El uso de BoNT-A para otras afecciones urológicas se considera «fuera de indicación». A pesar de su perfil de seguridad favorable, los proveedores que utilizan BoNT-A deben ser conscientes de sus efectos secundarios locales (leves), como infección del tracto urinario y retención urinaria, así como de posibles efectos secundarios sistémicos (significativos), como debilidad muscular y dificultades respiratorias.
Los andrólogos han utilizado el BoNT-A “off the label” para múltiples afecciones que afectan la salud sexual de los hombres, incluido el dolor crónico del contenido escrotal, la prostatitis crónica, el síndrome de dolor pélvico crónico, la eyaculación precoz, la disfunción eréctil, la enfermedad de Peyronie, la retracción del pene y los cosméticos. Y últimamente se viene estudiando en la disfunción eréctil, en la impotencia masculina.
Existe evidencia en varios trabajos publicados de que inyectar Botox directamente en el cuerpo cavernoso puede mejorar la erección de los varones.
Dr. Luis Susaníbar
La hipótesis del por que el BoNT-A puede mejorar las erecciones se basa en el equilibrio del sistema simpático y parasimpático, los que mantiene la flacidez y la rigidez en el tejido del pene, respectivamente. Se cree que BoNT-A inhibe la exocitosis de las vesículas sinápticas de norepinefrina en las neuronas simpáticas postganglioniicas en el tejido eréctil. La atenuación del tono simpático permite que Óxido Nítrico se difunda libremente, y así sea el neurotransmisor dominante dentro del tejido eréctil, aumentando de esta manera el tono parasimpático general. También se cree que mecanismos desconocidos desempeñan un papel fisiológico en la eficacia de BoNT-A en la disfunción eréctil, ya que los estudios mostraron una mejora objetiva de la función El efecto sobre el tejido muscular comienza a disminuir a los 2 meses, y la función basal vuelve a los 3 meses.
¿Que dosis se usa?
Los estudios muestran dosis de 100 a 500 UI.
¿Es peligroso?
inyectar una neurotoxina en un órgano vascular como el pene, genera una suspicacia teórica, sin embargo en los pocos estudios realizados en animales y humanos no se han reportado priapismo o toxicidades sistémica. A la fecha no hay seguimiento a largo plazo y las posibles secuelas (es decir, fibrosis corporal, efecto terapéutico disminuido, etc.) no se pueden predecir en este momento. Una limitación de las inyecciones de BoNT-A incluye su duración de eficacia limitada (meses), lo que requiere una inyección repetida. Actualmente es escasa la evidencia de alto nivel para apoyar su amplia utilización clínica para el tratamiento de la disfunción eréctil. Se necesitan más estudios.
Basado en:
Botox for Erectile Dysfunction. Habashy, Engy et al. The Journal of Sexual Medicine, Volume 19, Issue 7, 1061 – 1063