Cómo la sexualidad puede influir tu prostatitis

Existen algunas conductas y hábitos sexuales que pueden producir el empeoramiento de los síntomas de la prostatitis crónica y del síndrome de dolor pélvico crónico del varón, líneas abajo lo comentamos.

Retrasar la eyaculación.

Para aumentar el placer sexual, es común que algunos hombres intenten retrasar la eyaculación mediante la contracción de los músculos pubococcígeos u otras técnicas como el método «start/stop» o «exprimir el pene». Sin embargo, según algunos estudios clínicos, estos hábitos sexuales pueden provocar la contractura de los músculos del área pélvica, lo que puede resultar en dolor a la palpación profunda y aumentar las posibilidades de desarrollar dolor pélvico crónico en los hombres, conocido como síndrome de dolor pélvico crónico (SDPC).

Abstinencia sexual.

La evidencia científica lo demuestra. En un estudio realizado por Wallner et al. en hombres afroamericanos, se encontró una asociación entre la frecuencia sexual y la disminución de las probabilidades de padecer prostatitis. Específicamente, se observó que una disminución en la frecuencia de actividad sexual se relacionó con un mayor riesgo de prostatitis. Solo el 21,1% de los hombres con antecedentes de prostatitis informaron tener actividad sexual dos o más veces a la semana, en comparación con el 43,8% de los hombres sin antecedentes de prostatitis.

En otro estudio realizado en Turquía, se demostró que tener eyaculaciones regulares (al menos dos veces por semana) se asoció con alivio de los síntomas del síndrome de dolor pélvico crónico (SDPC). Estos resultados se explican por el hecho de que las eyaculaciones frecuentes supuestamente «limpian» la glándula prostática y las vesículas seminales de secreciones almacenadas que pueden promover o mantener la cascada inflamatoria.

Además, en una evaluación de la presencia de prostatodinia en soldados pertenecientes a las Fuerzas de Mantenimiento de la Paz de las Naciones Unidas en Haití, Drawick et al. encontraron que algunos pacientes informaron experimentar síntomas de SDPC durante separaciones prolongadas de sus cónyuges, los cuales se aliviaron al reanudar las relaciones sexuales normales.

Estos hallazgos sugieren una posible influencia de la actividad sexual en la prostatitis y el SDPC. Sin embargo, es importante tener en cuenta que cada individuo es único y los resultados de los estudios pueden variar. Si tienes preguntas o inquietudes específicas relacionadas con tu salud sexual y la prostatitis, te recomiendo que consultes a un médico especializado o profesional de la salud para recibir una evaluación y asesoramiento adecuados.

Es importante tener en cuenta que cada individuo es único y puede experimentar diferentes reacciones a estas prácticas sexuales. Si experimentas dolor o molestias en el área pélvica, es recomendable buscar la atención de un profesional de la salud especializado para recibir un diagnóstico adecuado y obtener orientación sobre las prácticas sexuales más seguras y saludables para ti. Priorizar el bienestar y la comodidad durante la actividad sexual es fundamental para mantener una salud sexual satisfactoria.

Demasiado sexo no es bueno.

El estudio realizado por Hu y sus colegas en la comunidad del área de Boston encontró una asociación entre el abuso sexual y los síntomas sugestivos de síndrome de dolor pélvico crónico (SDPC). Los hombres que informaron haber experimentado abuso sexual tenían mayores probabilidades de desarrollar síntomas relacionados. Además, se observó que el abuso previo se relacionaba con un aumento tanto en el dolor como en las puntuaciones urinarias según la escala NIH-CPSI.

En otra investigación realizada por Collins y su equipo con profesionales de la salud en los Estados Unidos, se encontró que tener más de siete eyaculaciones al mes se asociaba con un incremento de 1,2 a 1,5 veces en las probabilidades de tener antecedentes de prostatitis.

Por otro lado, Itza también informó que un exceso en el número de eyaculaciones puede causar espasmos en los músculos pélvicos y aumentar la sensibilidad.

Es importante tener en cuenta que estos hallazgos pueden variar entre individuos y cada persona puede tener una experiencia única. Si tienes preguntas o inquietudes relacionadas con tu salud sexual y el síndrome de dolor pélvico crónico, te recomiendo que consultes con un profesional de la salud especializado para recibir una evaluación adecuada y obtener orientación personalizada. Tu bienestar es primordial, y abordar cualquier inquietud sexual con un enfoque cuidadoso y respetuoso es esencial para tu salud sexual y emocional.

¿Conoces el interuptus?

En el estudio realizado por Bartoletti et al., se encontró que el uso del coitus interruptus (retirada antes de la eyaculación) era un factor de riesgo para el síndrome de dolor pélvico crónico (SDPC) / prostatitis crónica. El autor planteó la hipótesis de que este método anticonceptivo podría inducir hinchazón en la próstata.

Estudios que evalúan la etiología del SDPC en relación con la actividad sexual irregular sugieren que tanto el exceso de actividad sexual como la abstinencia prolongada son factores de riesgo para esta enfermedad. La explicación más probable es la siguiente: tener relaciones sexuales frecuentes previene la congestión y la hinchazón de la próstata, pero, por otro lado, el exceso de actividad sexual puede ser una fuente de dolor y espasmos musculares pélvicos asociados con el síndrome de dolor pélvico crónico.

Por lo tanto, recomendamos a nuestros pacientes que eviten tener dos eyaculaciones durante el mismo día y que eviten períodos de abstinencia sexual superiores a 4 días. Además, sugerimos abstenerse de intentar retrasar la eyaculación y del coitus interruptus.

Es importante tener en cuenta que cada individuo es único y que estos consejos pueden variar según las circunstancias y las necesidades de cada persona. Si tienes preguntas o inquietudes específicas relacionadas con tu salud sexual y el síndrome de dolor pélvico crónico, te recomiendo que consultes a un médico especializado para recibir una evaluación adecuada y obtener orientación personalizada. Tu bienestar es prioritario y abordar cualquier inquietud con un enfoque amable y respetuoso es fundamental para tu salud sexual y emocional.

Referencias:

Itza F, Zarza D, Serra L, Go´mez-Sancha F, Salinas J, Allona-Almagro A. Myofascial pain syndrome in the pelvic floor: a common urological condition. Actas Urol Esp 2010; 34: 318–326.

Wallner LP, Clemens JQ, Sarma AV. Prevalence of and risk factors for prostatitis in African American men: the Flint Men’s Health Study. Prostate 2009; 69: 24–32.

Publicado por urologiaperuana

El Dr. Luis Susaníbar proviene de una familia de urólogos, es formado en la Universidad Peruana Cayetano Heredia, tiene especialidad de Urología en el Brasil y múltiples subespecializaciones en España, México y Estados Unidos.

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